La Smart TV lo tenía todo para ser el dispositivo clave del hogar.
Si el contenido es el rey, la TV era la reina e internet el trono. Pero en este caso todo ha acabado en una República digital.
1. Los operadores no la subvencionan
España se convirtió en uno de los países con mayor penetración de Smartphones porque… casi que los regalaban. Luego pasaron a subvencionarlos. ¿Por qué no han replicado la estrategia para dispositivos con costes similares? Una Smart TV encaja perfectamente con una oferta de internet para el hogar. Si financiaran una Smart TV con un compromiso de permanencia, e incentivaran su uso, la penetración se aceleraría exponencialmente.
2. Pobre experiencia de uso
El problema quizás son los sistemas operativos. Dicen que los americanos saben hacer buen software, mientras los asiáticos saben hacer buen hardware. Y los europeos, leyes para regularlos. Y en este caso, con mayor implicación de Android o iOS, quizás el mercado hubiera sido distinto. Los SO de los fabricantes dejan mucho que desear. Experiencias lentas, apps no adaptadas, poca personalización. Escribir tu email y tu contraseña con el mando de la TV puede acabar con tu paciencia. Y eso ha creado…
3. Fórmulas más ágiles
Resulta más ágil conectar un PC o un móvil a la TV que usar la Smart TV. Google Chromecast o Apple TV mejoran la UX con menos gasto de hardware. ¿Quizás por eso no se han metido a fabricar Smart TVs, porque ofrecen sus propias soluciones?
Si la Smart TV no tiene buen SO, ni dinamizadores, ¿qué pasa con la oferta de contenidos?
4. Pobre oferta de contenidos
El mercado móvil no ha encontrado mucha rentabilidad en programar para Smart TV. Si no hay masa crítica de usuarios, no hay venta de publicidad ni suscripciones, no hay retorno. Es más eficaz programar para Smartphone y que el usuario lo enlace a TV.
Así que tampoco tenemos contenidos. Bueno, al menos la gente tiene una Smart TV, no se puede comprar otra cosa. ¿No?
5. La mitad no la conecta
1 de cada 2 Smart TVs no están conectadas a internet. Fuera de las grandes ciudades la conexión no ofrece una buena experiencia. Para muchos resulta complicado de usar. La oferta es pobre. ¿Entonces que queda?
Una caja con Wi-Fi. Un inmenso trabajo por hacer que obliga a plantearse si ya es demasiado tarde. La tecnología avanza tan rápido que es el propio usuario quien innova en su forma de ver TV.
Y es que el Smartphone, el Branded content y las redes sociales llevan ventaja para hacerse con una gran porción de este mercado.
El que pudo ser y no fue.
O haces Trap o estás fuera.